
Ana Kristel Desilos Arellano, alumna de telesecundaria rural, gana plata en Olimpiada de Matemáticas de Tamaulipas
Desde el poblado de Tampiquito, una pequeña comunidad de Soto La Marina, emergió una historia de esfuerzo, talento y superación. Ana Kristel Desilos Arellano, estudiante de segundo grado “A” de la Escuela Telesecundaria Adolfo López Mateos, logró lo que parecía inalcanzable: ganar la medalla de plata en la Olimpiada de Matemáticas Tamaulipas 2025, y con ello, poner en alto el nombre de su comunidad, su escuela y su estado.
La competencia, organizada por la Olimpiada de Matemáticas Tamaulipas, se llevó a cabo recientemente en las instalaciones del CBTIS 236. En ella participaron decenas de jóvenes de distintas regiones del estado, muchos de ellos provenientes de escuelas con mayores recursos y acceso a preparación especializada. Sin embargo, Ana Kristel no solo compitió al mismo nivel, sino que hizo historia al obtener el segundo lugar estatal.
Ana Kristel Desilos Arellano gana medalla para Soto la Marina
Para Francisco Javier de León, director de la Telesecundaria Adolfo López Mateos, el triunfo de su alumna es mucho más que una presea: “Ana Kristel nos dio una lección de determinación. Su éxito nos recuerda que el talento está en todas partes, incluso en las comunidades más alejadas”.
La noticia fue celebrada con entusiasmo no solo en la escuela, sino en toda la comunidad de Tampiquito, donde se organizó un emotivo homenaje para reconocer el logro de la joven. La Olimpiada de Matemáticas Tamaulipas compartió el momento en sus redes sociales, con un mensaje que capturó la emoción generalizada:
“Este no es solo un festejo por una medalla de plata estatal, es el festejo de una escuela y de una comunidad que históricamente había sido excluida de las convocatorias. Hoy, desde uno de los rincones más pequeños de Tamaulipas, una niña nos recuerda que el talento no tiene código postal”.

Ana Kristel es una inspiración
La historia de Ana Kristel ha conmovido a educadores, autoridades educativas y ciudadanos por igual. Su triunfo simboliza mucho más que una competencia académica: representa la esperanza, la inclusión y el poder transformador de la educación pública, incluso en condiciones de desigualdad.
“Gracias por recordarnos que la emoción de un logro compartido puede sentirse como si fuera un campeonato mundial”, concluye el mensaje de la Olimpiada estatal.
Autoridades educativas estatales y municipales ya han manifestado su intención de reconocer públicamente a Ana Kristel, así como de brindar más apoyos a escuelas rurales que, como la suya, luchan contra el olvido institucional y la falta de recursos. En este contexto, el logro de Ana se convierte en una llamada de atención y un llamado a la acción para democratizar las oportunidades educativas en Tamaulipas.
Con tan solo 13 años, Ana Kristel ha demostrado que la pasión por aprender y la disciplina pueden abrir caminos inimaginables. Su familia, maestros y compañeros coinciden: esto apenas es el comienzo de lo que puede ser una brillante carrera académica.
Mientras tanto, en Tampiquito, la emoción sigue viva. En los pasillos de su telesecundaria, los niños ya no solo sueñan con terminar la secundaria, ahora también sueñan con triunfar en olimpiadas, representar a su estado y —por qué no— cambiar el mundo, una ecuación a la vez.